El tipo encara, resuelto, desafiante.
El enemigo espera, sereno.
El tipo gesticula, ruge, se desgañita.
El enemigo susurra, tranquilo.
El tipo ataca, atropella.
El enemigo lo mide y lo arrebata, lo arrolla y lo deja revolcado en la arena llorando de impotencia, de rabia, tal vez de dolor.
El enemigo es el océano, y tiene una paciencia de milenios.
El tipo es José, cuatro recién cumplidos.
Acaba de descubrir las causas perdidas.
Muy muy bueno, me encató!! lo leí entero, y lo releí, y ví a José
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