martes, 29 de marzo de 2011

No consultes
no lo ignores
no preguntes
no te calles
no te enojes
no te resignes
no te cuides 
no te abandones
no te mueras
no te enfermes
no te resistas 
no te dejes
si sos mujer

martes, 22 de marzo de 2011

Aforismo Nª 1

Morite joven y serás un mito.
Morite tarde y serás una leyenda.
No te mueras nunca y serás Cacho Castaña.

Matecito

Salomón Antonio Kramer hace fiaca a la sombra de la parra remolonea mira atardecer.
Susana Ingrid Rivas recuerda que se quedó sin toallitas y se lo grita a Kramer que abandona la parra y recorre todos los comercios de Este pueblo para conseguir protectores por lo que debe salir de nuevo para volver y ajusticiar a Rivas si no fuera por el matecito de las siete.
Salomón Antonio Kramer ha viajado durante ocho horas con cuarenta a la sombra Susana Ingrid Rivas le dice que hoy es el cumpleaños de la tía Sodoma y que no pueden dejar de ir. Salomón Antonio Kramer piensa en ajusticiar a Susana Ingrid Rivas si no fuera por el matecito de las siete.
Salomón Antonio Kramer está internado en terapia intensiva del Sanatorio Carrasco luego de ser atacado por dos niños hambrientos sus hijos que querían leche sabor arándano que vieron en la propaganda de la tele Susana Ingrid Rivas no responde a ninguno de sus teléfonos bípers palomas mensajeras. Salomón Antonio Kramer piensa en ajusticiar a Susana Ingrid Rivas si no fuera por el matecito de las siete.
Salomón Antonio Kramer llega a su casa a las siete de la tarde de un día de mierda besa a sus hijos y a Susana Ingrid Rivas.
Llena la pava busca un libro y prepara el matecito de las siete.

lunes, 21 de marzo de 2011

Hermano

Buscás un nombre
En un pantano,
En un desierto
lleno de gente.
En las calles
Que son
Que fueron
Que no debieron
Haber sido.
Pensás
Creés
Sospechás
Dudás.
Buscás un nombre
Porque buscás
Otros nombres.
Un vientre que fuiste
Y que no es
El que te dicen.
Una entraña
desgarrada
rota
embarrada
pisada
quemada.
Un cuerpo
Que te dio cuerpo
Dos cuerpos
Que fueron
Y que ya no son.
Dos cuerpos
Que no están
Porque alguien
Así lo quiso.
Buscás un nombre
En un pantano
En un desierto
Lleno de gente.

Cachorro

Saliste de la guerra
Bien prolijo
Mucho más
Que tus víctimas
De las que nunca sabremos.

Trece veces
Te dijeron
Para siempre
Trece veces
Te dijimos
Nunca más.

Ojalá
Te ampare
Un dios
Diferente
Al que vos defendiste
Porque a ese
Sí le tememos.

sábado, 19 de marzo de 2011

Y entonces

Y entonces
Fue como si todo empezara.

Y entonces
Fue como un grito tribal
Desgarrando
Las entrañas de la noche.

Y entonces
fue como saber
que nada vendría después
y querer otra cosa,
otro sueño,
otro final.

Dicen los que saben

Dicen los que saben
Pero Alá sabe más
Que todo tiempo pasado
Fue mejor
Más tranquilo
Más calmo
Más previsible.
Que todos sabían
Lo que pasaría
Con sólo mirar
Para afuera.

Dicen los que saben
Pero Alá sabe más
Que antes
Los pibes
Las minas
Los jugadores de fóbal
Los curas
Los dotores
Los poetas
Eran mejores.

Dicen los que saben
Pero Alá sabe más
Que antes
Se sabía
De quién era la culpa
Que siempre
Era de otros.

Dicen los que no saben
Siquiera
Si Alá existe
Que no es así.

viernes, 18 de marzo de 2011

Nadie es nadie

Nadie es nadie
Si lo dejan
Correr en bolas
Por la plaza
Si eso es lo
Que quiere.
Nadie es nadie
Si lo dejan
Amar a quien quiera
Sin importar
Cuánto pelo.
Nadie es nadie
Si se puede
Ser otro,
O uno mismo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Duelo

El tipo encara, resuelto, desafiante.
El enemigo espera, sereno.
El tipo gesticula, ruge, se desgañita.
El enemigo susurra, tranquilo.
El tipo ataca, atropella.
El enemigo lo mide y lo arrebata, lo arrolla y lo deja revolcado en la arena llorando de impotencia, de rabia, tal vez de dolor.
El enemigo es el océano, y tiene una paciencia de milenios.
El tipo es José, cuatro recién cumplidos.
Acaba de descubrir las causas perdidas.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Canción de cuna

Dormite chabón
Que quiero ver a la paz
Reposar en tus ojos cerrados.
Dormite chabón
Que quiero mirarte
Y verte respirar
Cada vez.
Dormite chabón
Que quiero saber
Que cuidar tu sueño
No deja otra frontera.
Dormite chabón
Y soñá lo que mañana serás.

martes, 15 de marzo de 2011

Irina

Irina es un ser inerte, aunque suene cacofónico.
Sale de su casa todos los días a las dos menos cuarto de la tarde y encara para el Instituto Provincial de Salud Juan Antonio Insaurralde que está exactamente al lado del Carrasco, célebre geriátrico local. Una vez allí, se calza el ambo verde que identifica a las celadoras del lugar y los zuecos de plástico y pone la pava de lata al fuego. La misma pava de lata de hace quince años, en el mismo anafe ya oscuro por el fuego del gas de la garrafa. Después, escucha las mismas historias de los pacientes que deberá atender durante las próximas ocho horas. Irina sabe que no es así, pero para ella el viejo que se cagó en la siete está allí desde hace diez años y todavía no tuvo la decencia de morirse.
Después controla temperaturapresiónfrecuenciacardíaca de cada uno, y las anota en cada hoja de cada carpeta.
Irina tiene extrañas fobias. Teme con fervor traspasar umbrales. Esto le viene de chiquita, cuando acompañaba a su viejo, portero de la Escuela Márquez, institución señera en la educación de nivel inicial del glorioso Pueblo Insaurralde, que diera entre sus figuras más notables al doctor Ovidio Godoy.
A las diez de la noche Irina cuenta que la guardia transcurrió sin novedades y  que el viejo de la siete sigue exactamente igual, tal cual está hace diez años. Sus compañeras la miran extrañadas, pero ninguna arriesga comentario alguno. Tal vez una sonrisa disimulada, un gesto de desdén, pero nada más.
Irina se cambia, se saca el ambo verde y los zuecos y se va para su casa. Llega a las diez y media. Se prepara un té con galletas de arroz con sal marina. Desde la pieza llega el ronquido de su marido, contundente, violento. El mismo traqueteo de hace veinte años, persistente e ininterrumpido.
Irina se despierta a las ocho. La casa está silenciosa. Pasa al baño, se lava y se peina. Sale de su casa. Llega a la peluquería. Pide rojo bermellón. ¿Seguro Irina? Rojo bermellón dije. La mini te hace lindas piernas. Gracias.
Sale de la peluquería. Se manda al CineCasino local. Se revienta los ahorros de la familia, que ha tenido la precaución de retirar por ventanilla en la Sucursal local del Banco Nación, cajero Goldberg como siempre. ¿Todo Irina? Todo Daniel.
A las dos menos cuarto encara para el Instituto Provincial de Salud Juan Antonio Insaurralde que está exactamente al lado del Carrasco, célebre geriátrico local. Una vez allí, se calza el ambo verde que identifica a las celadoras del lugar y los zuecos de plástico y pone la pava de lata al fuego. La misma pava de lata de hace quince años, en el mismo anafe ya oscuro por el fuego del gas de la garrafa. Después, escucha las mismas historias de los pacientes que deberá atender durante las próximas ocho horas. Irina sabe que no es así, pero para ella el viejo que se cagó en la siete está allí desde hace diez años y todavía no tuvo la decencia de morirse.
Después controla temperaturapresiónfrecuenciacardíaca de cada uno, y las anota en cada hoja de cada carpeta.
Entonces saca de su bolso un paquete de cigarros negros, un disco de cumbia y una botella de tequila, que abre con los dientes y al grito de que se arme la joda canejo desencadena una parranda como no se había conocido en el nosocomio, que termina con un estríp total parada en el escritorio del Jefe Supremo.
La Policía se la llevó acusada de escándalo, exhibición obscena y homicidio agravado por el vínculo del señor de la siete. Cuando la ficharon, se declaró viuda.

Receta

Él la amaba loco perdido no comía no dormía no nada. Le rezó a cuanto dios conocía y nada. Probó miles de gualichos sin resultado aparente. Sufrió lloró y maldijo en cuanto idioma dialecto o jerigonza descubrió y ella no escuchó.
La dama de la curva lo vio tan atribulado que le regaló la solución escrita atrás de un boleto de peaje y le aseguró que con esa receta la iba a tener en la palma de la mano.
Él juntó cada ingrediente en tiempo y forma lo preparó y lo cocinó como decía el papel. Tomó con su mano izquierda un puñado de ese barro y lo sopló.
La vio aparecer crecer mirarlo y alejarse hacia el norte.

Compañera

Cuando el tiempo
Sea otro
Vendrás
Y será tu voz
El remanso.

Serán tus manos
De tejedora
Las que acunen
Al cuerpo
que no quiere más.

Será tu decir
De contadora
El que acompañe
El sueño.

Será tu cuerpo
De madre
El que detenga
Al tiempo
Que será otro.

Cuando me vaya

Cuando me vaya
No quiero
Paredes sin ventanas
Ni tubos
Ni cables
Ni alarmas
Ni caños
Ni camas anatómicas
Ni colchones de aire
Ni gente de azul
O de verde a la vuelta
Ni puertas
Con comando a distancia.

Cuando me vaya
Quiero mis paredes
Mi cama
Mi parque
Mi música
Mis compañeros
De marcha
Y que estés ahí
O que me esperes
Del otro lado
Si es que lo hay.

lunes, 14 de marzo de 2011

El ratón intelectual y el león revisionista. Antifábula

El león dominante prepotente macho alfa dormita los restos de su siesta otoñal en la sabana los leones no viven en la selva chicos cuando al darse vuelta divisa ratón gris que lo mira con poco disimulada sorna.
El león dominante gira sobre su espalda y atrapa al ratón gris que pierde un poco de su suficiencia para reponerse inmediatamente y comenzar a hablar.
Detente oh rey de la sabana ya que no de la selva.
¿Perdón?
No me devores ya que yo sería triste aperitivo para tan egregia persona.
Jamás podría yo satisfacer vuestra hambre.
Además, su aperitivo podría atentar contra las letras universales.
Me interesa dice el león dominante.
Esopo Samaniego Quiroga.
Seguí.
No, Seguí era pintor.
No te hagas el vivo.
Glup.
Dale dice león dominante.
Las fábulas están llenas de ejemplos en los cuales seres menores salvan la vida o el bienestar de aquellos aparentemente superiores sacando las espinas de las patas de leones o rescatando a furiosos tigres de traicioneras redes. Vos…
Usted.
Usted podría deberme su vida o su bienestar en un futuro más o menos cercano.
¿No me va a decir nada?
León dominante comienza a masticar mientras piensa joder con los intelectuales.

domingo, 13 de marzo de 2011

Agua

Primero se llevaron
los cuerpos, oscuros, desnudos.
Después se llevaron
el oro y la plata que esos cuerpos
Sacaban de los cerros.
Cuando no hubo más gente trajeron
Mas cuerpos desnudos y oscuros
Que amaban a otra madre
Que lloraban a otra tierra.
Les pusieron palabras en la boca
Dios en algún lado
Y se asustaron cuando María
fue morena en Mexico
Y guaraní en Misiones.
Mataron a los que quisieron
Volver a ser.
Inventaron un desierto a conquistar
En un lugar lleno de gente.
Pusieron vacas en ese desierto
Después trigo
Después porotos
Que comían otras vacas
Y otra gente
En otras tierras
Frías,
Donde la noche dura
Dos cosechas.
Ahora se llevan los ríos en la panza
De barcos gigantes
Los limpian
Y se los toman.
Pelaron la tierra
Para sembrar
Sacaron la gente
Para producir.
Cuando lo único húmedo
Sea el cuerpo de una mujer
También se lo van a llevar?

Enano

Puto
Enano
Enano tu culo dijo y echó el escupitajo acto seguido arrancó escaleras abajo mientras yo manoteaba la cinta adhesiva y salía por atrás. Cuando llegué abajo él ya iba por la media cuadra.
Atájenlo les grité a los ambulancieros Fischer y Flecha pero el pequeñito se les escurrió con un quiebre de cintura digno de Nicolino.
Atájenlo les grité a los oficiales Fandini y Vargas pero el petiso ya llegaba a la farmacia.
Atájenlo grité al aire cuando el tipo ya llegaba a la pizzería y éramos doce por detrás.
Tomó por Moreno hasta la del genocida a la que le querían cambiar el nombre dobló a la izquierda hasta la plaza y se hizo fuerte en el monumento a Insaurralde el fundador. Éramos como cincuenta los que lo corríamos por detrás.
Nadie supo cómo se enteraron las chicas del casino y mucho menos quién le avisó a la Dama de la Curva  y menos todavía cómo hicieron para llegar tan rápido pero ya estaban ahí formadas en círculo y defendiendo al chabón.
Tiraron con lo que tenían a mano y se enfrentaron con los más de cien vociferantes que éramos en ese momento cuenta la leyenda que meaban adentro de los forros y con eso tiraban hasta que se quedaron sin y entonces pudimos entrar pero se nos escapó otra vez por la de San Martín para la Plaza playón del centro.
Lo alcanzamos en la Plaza lo agarramos y lo pegamos a la pared oeste del monumento al libertador que dicen que era como a dos metros de altura con la cinta adhesiva.
Entonces alguien gritó tiene un arma y antes de que pudiéramos reaccionar sonaron los dos tiros.
El primero le pegó en la mano derecha el segundo en la cabeza.
De a poco y sin mirarnos ni entre nosotros ni para arriba nos fuimos yendo de la plaza.
Se prendieron las luces de la calle.
Quinientos cada uno a su casa.
Los de la municipalidad trajeron una plataforma aérea articulada las trinchetas y la hidrolavadora.
Al otro día pasamos por la plaza ya no quedaban rastros del ajusticiamiento.
Las Chicas del Casino capitaneadas por la Dama de la Curva sobornaron a los municipales y consiguieron una barreta rompieron la placa de la tumba de Insaurralde el fundador en el monumento y pusieron ahí al enano al fundador lo tiraron al canal maestro sur quedaba un hueso que se lo llevó un perro amarillo con tres patas y un solo ojo.
Una vez al año se toman una botella de ginebra cada una y después se van a laburar.

Panfletario

María mira a María que mira a María que mira hacia delante.
María habla, María barre, María llora.
María mira a María que mira a María.
María tiene catorce, y sabe cómo es desde los nueve, desde que él empezó a llegar mamado a la noche, y se cansaba de fajarla a la vieja. Fue ocho veces al hospital. Cuando consiguió las pastillas no las pudo empezar porque ya había quedado.
María mira como María mira  a María.
María tiene setenta y cinco. Está ahí porque cree poco en Dios, pero cree menos en los hombres. Hace mucho se hartó de que él la cagara a palos y le sacara la guita, y le dio veintiocho puñaladas para que él no le pegara el tiro con la veintidós que tenía en la mano. El juez no le creyó: veinticinco años. Cuando salió, el cura no le preguntó mucho y la dejó quedarse. María hace tiempo que no llora, y habla poco. María mira a María, que llora cuando María le pide que se lo saque, que se lo lleve, que se lo meta en el culo.
María tiene doscientos y es de quebracho. Cuenta la historia que la talló una india guaraní de San Ignacio, a escondidas, porque las mujeres estaban para parir y para cocinar.
María mira a María que mira a María.
María llora.
María se metió un perejil, o le pusieron una sonda, o una aguja. Nunca se supo porque María no habló. Entró de una al hospital, toda podrida. Los médicos le salvaron la vida pero no el útero. Estuvo dos meses en una habitación mirando un afiche dios te salva mujeres por el derecho a la vida. Dicen que cuando salió de ahí caminó y caminó y caminó.
María nunca más volvió a llorar. Su gesto de quebracho se endureció. Sus manos se crisparon.
María siguió barriendo. Dejó de hablar. Una tarde de calor, cuando hacía mucho que no sabía de María ni de María se sentó en el confesionario a fumarse un tabaco y no salió más.
María se fue. Se quedó una noche larga de paco debajo de un puente en Lanús.
María no está. Dicen que se la llevaron al Vaticano. Dicen que está en la pieza de María. Yo sé dónde está.

sábado, 12 de marzo de 2011

Manifiesto

Una sola cosa me molesta más que comunicarme:
explicar por qué no me gusta comunicarme.

Hola

Hola. Me da mucho pudor, pero a la vez tenía ganas de mostrar mis pobres producciones ¿literarias?
Así que ahí van.
No sean muy crueles con las críticas.
Si usted es imprentero y le gusta lo que lee, comuníquese conmigo, porque pocas veces encontrará un autor tan original.
Si usted es crítico y no le gusta lo que lee, siga participando, hijuna gran !"·$$%%&//()=)=?¿^¨
Si usted es mi compañera, por qué no me detuvo a tiempo.
Si usted es mi mamá conteste con dos golpes sobre la mesa.