lunes, 4 de junio de 2012

EL SEÑOR GARCÍA


En mi casa vive un señor que se llama García.
En mi casa vive un señor que se llama García, que es bajito y de rulos.
En mi casa vive un señor que se llama García, que es bajito y de rulos y que usa traje oscuro y moñito a lunares.
En mi casa vive un señor que se llama García que es bajito y de rulos, que usa traje oscuro y moñito a lunares y que tiene una costumbre muy particular.
A este señor le gusta comer prendas de vestir.
Ustedes dirán, entonces, que el señor García, lejos de ser tal cosa es una simple y vulgar polilla.
Pues no, nada de eso.
Una polilla come cualquier prenda.
El señor García come… medias.
Pero no cualquier media.
El señor García que vive en mi casa come sólo una media de cada par. La otra media queda allí, solitaria y huérfana.
El por qué de esta conducta, yo no lo conozco.
Lo que sí sé es que a veces no gusta de la media que ha probado, por lo que la abandona, agujereada, en el cajón correspondiente.
Otras veces se confunde, y muerde una remera, o un calzoncillo.
Puaj.

En mi casa vive un señor que se llama García que come medias, y que a veces no llega al baño.
Entonces se agacha y hace caca en el rincón que queda detrás de la puerta más cercana.
Como se darán cuenta, el señor García no hace soretitos comunes y corrientes como los nuestros.
No señores.
El señor García hace caca en pelusas del color de las medias que se ha comido.
Si no me creen, fíjense detrás de las puertas.
El señor García tiene un pariente que vive en el cajón de las medias de cada casa de cada barrio de cada ciudad de cada provincia de cada país de cada continente de este mundo que nos tocó pisar.

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