sábado, 17 de agosto de 2013

COMO DE QUIÉN VIENE

Tomalo como de quién viene es una frase que me ha tocado escuchar con cierta frecuencia en estos dos últimos días, en referencia a los tremendos comentarios rebuznados por Chiche Duhalde, ex senadora de la Nación en representación de la Provincia de Buenos Aires y esposa de quien fuera el último presidente de facto, Eduardo Duhalde, de siniestra memoria.
Tomalo como de quién viene se dice, en un intento de desmerecer a una persona que no necesita tal esfuerzo. Se arregla solita para demostrar cuál es el andamiaje que sostiene sus terribles afirmaciones.
Algunos incluso han referido la cuestión del propio género como un agravante, como si esto fuera necesario. Quien tales cosas afirma es un ser despreciable sea hombre o mujer. O eso me parece a mí.
Y entonces, una vez puestos en situación, entramos a mirar para todos lados y encontramos que este tipo de afirmaciones se unen indefectiblemente a hechos y decires muy recientes. Se empieza por decir burradas para desmerecer a una presidenta y se termina por embarrar otras historias de lucha y militancia.
Así, se denigra la historia de Susana Trimarco, cuando además se descubren intendentes en prostíbulos, que justifican la existencia da tales antros porque “contienen a los jóvenes o brindan soporte espiritual a los camioneros”. En un país en el cual es delito la trata de personas por una ley promovida por la misma presidenta a quien se cuestiona. Una ley que debería llevar el nombre de Susana Trimarco, a quien nunca se le hará la justicia suficiente.
Así, se denigra la lucha de Estela, Hebe, Taty y todas las Madres y Abuelas que fueron la más espléndida resistencia a la última dictadura. Una resistencia expresada a través de lo único que tenían y lo único que podían perder, el cuerpo en la Plaza.
Así, se denigra la historia de Margarita Barrientos, de Graciela Magario, de las Mujeres Emprendedoras de la Puna.
Así corremos el riesgo de que se siga naturalizando la violencia de género que termina con la vida de una mujer cada día en nuestro país. Alguien que es inferior, que está sometida al proyecto de alguien, merece ser descartada cuando no es funcional a ese proyecto. Mientras Ángeles sea una noticia y no una oportunidad de discutir las cuestiones de fondo Chiche Duhalde y quienes piensan como ella habrán ganado la batalla.
Así corremos el riesgo de que siga naturalizado el hecho de que muera una mujer cada dos días en nuestro país a consecuencia de complicaciones de abortos clandestinos.
Así corremos el riesgo de que las mujeres no accedan a la planificación familiar que les corresponde por ley porque un médico no quiere brindar tales beneficios o porque el sistema muchas veces se encarga de ofrecer trabas por burocracia o por ignorancia o por fallas en sus efectores.
Mientras las mujeres vean dificultado el acceso a las posiciones de poder y decisión, mientras no sean adecuadamente remuneradas, mientras no se reconozcan sus derechos laborales Chiche Duhalde habrá ganado la batalla.
Tomalo como de quién viene.
Por supuesto.
Por eso es que estas aberraciones no pueden dejarse pasar.
Y sobre todo porque estas aberraciones no vienen solamente de un tiempo que creíamos o que queríamos saber superado. Estas declaraciones vienen de esta época, aunque nos cueste aceptarlo.

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