martes, 19 de octubre de 2021

Uno

 El mundo es un lugar hostil para las almas simples, piensa el klezmer del este cordobés. El mundo es un lugar extraño, además, para los que pretendan analizarlo desde los tradicionales cánones analógicos. En la tele, veintidós muchachones con ingresos muy por encima de los de sus espectadores porfían por ganar un trofeo que corona al campeón de un torneo europeo poblado de jugadores sudacas o africanos de primera o segunda generación, jóvenes atletas que, de carecer de las habilidades necesarias para triunfar en el reality futbolero, no habrían pasado de Lampedusa. Mientras tanto, la radio transmite el empate de Central y de Platense uno a uno. Ferro no juega en Primera.

Paradojas.

O no.

Blanqueo de modernos Espartacos, sin gloria para los amateurs. Nadie aplaude al segundo, el primero de los últimos de aquel doctor legendario. 

Melancolía de los noventas, de raros peinados nuevos y de básculas con dos cifras, cuando todos los pasados estaban por llegar. Nostalgia de los derrotados, del Diez de la península, de los primeros caídos nuestros. Todavía no teníamos muertos genuinos, la decadencia era ajena. Éramos inmortales, como corresponde.

Afuera la ruta, metáfora berreta de todo. Lo abstracto como base de lo transitorio. Nada es menos tangible que el traslado. Nada es menos violento que el destino.

Y así vamos. Predicadores invictos de lo etéreo, jueces imparciales de los extremos, catadores de la miseria. Pero siempre neutrales, por siempre objetivos, para siempre asépticos.

En la tele, un millonario postpúber hijo de ilegales festeja un gol. Otro millonario cuenta que se escruchó una bici para empezar su carrera legendaria en el balompié. Los caníbales dicen mirá qué bien, cómo la voluntad todo lo logra. Afuera, en el barro, se congratulan con los sicarios que le dicen a la madre del pibe que se afanó el celular que no, que pregunte en el otro local.

El klezmer del este cordobés mira por el ventanal cómo la carroza blanca del patrón entra a cargar gasoil y se pregunta qué nos queda de aquella década, cuando todo estaba por empezar. 


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